"La indefensión aprendida y el elefante de Bucay", de Samuel Pedrera (Psicólogo sanitario especialista en Análisis de Conducta)
El término “Indefensión aprendida” fue acuñado por los psicólogos e investigadores Seligman y Overmier en 1967. Hace referencia al patrón conductual resultante de la exposición a una estimulación aversiva incontrolable donde los individuos aprenden que las respuestas y consecuencias que llevan a cabo son independientes, generando una alta sensación de malestar y falta de control ante situaciones futuras.
Un ejemplo que ayuda a comprender este término es el cuento del elefante de Bucay, donde se narra la historia de un elefante atado a un trozo de madera diminuto, del cual podría escapar sin prácticamente esforzarse, pero por extraño que resulte, este no lo intentaba.
¿Pero por qué un animal colosal se había rendido hacia un objeto tan diminuto? Porque el elefante llevaba atado desde su nacimiento, y tras intentos previos fallidos cuando era un bebé aceptó que daba igual que tirase porque seguiría preso. Este recuerdo de impotencia quedó grabado y nunca más lo cuestionó, evitando poner a prueba su fuerza de nuevo, aunque sus condiciones habían cambiado.
Básicamente, la indefensión aprendida es estar en un laberinto con miles de caminos por tomar y que todos y cada uno de dichos caminos te lleven a un callejón sin salida, generándote la sensación de “da igual lo que haga o cómo lo haga, nada depende de mí”.
La percepción del entorno como incontrolable, independientemente de nuestros actos, es lo que desencadenará este estado ya que, aunque posteriormente esa situación se modifique, seguiremos creyendo que es mejor no hacer nada porque la solución no se ha debido a nuestra actuación sino a factores externos.
Pero entonces… ¿Si me encuentro en una situación de indefensión aprendida será así para siempre? Rotundamente no. Cualquier comportamiento aprendido puede ser modificado si se dan las condiciones necesarias para lograr dicho cambio.
Para ello se realizará el aprendizaje de comportamientos alternativos que nos ayuden poco a poco a ganar control sobre la situación que percibíamos en un inicio como incontrolable, para que así podamos resolver dichos conflictos y volvamos a sentirnos capaces por nosotros mismos para poder cambiar y aceptar las situaciones aversivas que aparezcan en nuestra vida.
Si alguna vez sientes que da igual lo que hagas o que cada esfuerzo que has llevado a cabo ha sido en vano, me gustaría que visualizases al elefante, el cual tiene una fuerza que desconoce, pero que no por no conocer deja de existir.
Bibliografía:
Overmier, J. B., & Seligman, M. E. (1967). Effects of inescapable shock upon subsequent escape and avoidance responding. Journal of comparative and physiological psychology, 63(1), 28.
Bucay, J. (2015). El elefante encadenado. Océano Travesía.
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