"Abrazando la diversidad: más allá de las etiquetas introvertido-extrovertido", de Samir Antonio
Los términos introvertido y extrovertido suelen ser comúnmente escuchados en el discurso popular de todos los días, en especial en poblaciones jóvenes. Se suele escuchar cosas cómo “Sales mucho a fiestas seguramente eres extrovertido" “Eres muy callado, seguro eres introvertido” “Yo es que casi no hablo, soy un gran introvertido”. Entre otro tipo de frases. Del mismo modo la internet se ve bombardeada por millones de test de personalidad, que a través de preguntas aleatorias, buscan dar respuesta y asignarte la etiqueta de introvertido o extrovertido. De acuerdo a la APA (s.f) la introversión es “caracterizada por la orientación hacia el mundo interno y privado de uno mismo, sus pensamientos y sentimientos internos, en lugar del mundo externo de las personas y las cosas”. Por otro lado, la extroversión se caracteriza por ser personas, “sociables, amigables y expresivas abiertamente”.
A pesar de que
estas definiciones resultan directas
de entender, y sobre todo dan aquel
sentimiento de pertinencia. Resulta
necesario destacar dos aspectos de suma importancia, primeramente los conceptos
que ofrece la APA y cualquier otra fuente en relación a introversión y extroversión pueden
variar en alcance y contexto, o de otra forma los conceptos se
pueden adaptar a un cierto de
perspectiva individual, no a todas. El siguiente punto a destacar es reconocer que la personalidad es multifacética y que cada individuo
puede experimentar y expresar estos rasgos de manera única.
Así bien, Allport (1961) define a la personalidad como “la integración de todos los rasgos y características del individuo que determinan una forma de comportarse", es decir que la personalidad es constituida por una serie de patrones únicos e individuales que nos permiten reaccionar o comportarnos de cierta forma. Del mismo modo Morris y Maisto (2005), expresan que “la conducta de una persona es el resultado de fuerzas psicológicas que operan dentro del individuo y, por lo general, se dan fuera de la conciencia". Además, Allport (1937), resaltó la importancia de los factores individuales en la determinación de la personalidad y enfatizó la necesidad de una continuidad motivacional en la vida de la persona. De esta manera se logra tener una conceptualización sobre lo que refiere la personalidad en sí.
La personalidad en sí supone una serie de aspectos individuales que nos hacen ser únicos el resto, muchas veces tendemos a creer que la conocemos en la
totalidad, lo cierto es que nuestra propia
personalidad es un misterio. Distintos factores, historia de aprendizaje pueden influir en nuestra
forma de actuar, y por ende en nuestra personalidad.
De esta manera el asignarle a la
conducta de una persona las etiquetas de introvertido o extrovertido. Ignora
por completo los distintos
matices que como individuos podemos tener, no somos simples introvertidos o extrovertidos, somos seres
humanos que estamos en constante cambios, de ahí resalta la belleza en el ser, en ser únicos
y con diversas formas
dentro de nuestro
ser.
Entonces, dime ¿te consideras más introvertido o extrovertido? ¿O eres una persona con distintos matices?...
Bibliografia:
American Psychological Association. (s.f.). Introversion. Recuperado de https://dictionary.apa.org/introversion
American Psychological Association. (s.f.). Extraversion. Recuperado de https://dictionary.apa.org/extraversion
Montaño Sinisterra, M., Palacios Cruz, J., & Gantiva, C. (2009). Teorías de la personalidad. Un análisis histórico del concepto y su medición. Psychologia. Avances de la disciplina, 3(2), 81-107.
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